jueves, 8 de mayo de 2014

Anexo 2: Entrevista a Conciencia Urbana


Muy buenas,  antes de nada, ¿por qué el nombre de Conciencia Urbana?

Adán: Cuando comenzamos a tocar juntos, vimos que teníamos muchas cosas en común, una de ellas era aportar el dictado de nuestra conciencia en hacer un mundo mejor, y siendo en una ciudad, esa Conciencia era Urbana. Por otro lado, Pedro representa más la Conciencia y yo lo Urbano.

¿Tenéis algún proyecto en mente para realizar en un futuro?

Pedro: Estamos ya grabando nuestro primer trabajo discográfico que esperamos presentar en mayo. Además, estamos inmersos en el rodaje de un corto/documental sobre esta historia de Conciencia Urbana. Estamos también con Operación Fabricando Sonrisas, un proyecto que busca devolver y expandir la sonrisa.

¿Cómo fueron vuestros inicios en el mundo de la música?

Adán: Aunque la historia de Conciencia Urbana es reciente, cada uno de nosotros lleva por su cuenta dedicándose a la música desde siempre. Pedro ya había editado varios discos, y yo ya había tenido una repercusión en medios como El País, entre otros. Pero, de alguna manera, este proyecto venía madurando por sí solo hasta que nos encontrásemos. Nuestra experiencia y el tener nuestras ideas claras, tanto en lo social como en lo musical es lo que hace posible Conciencia Urbana.

¿Por qué decidisteis tocar en el metro?

Pedro: El público de los vagones era un reto artístico. Es complicado poder convencer a una persona en tan solo pocos minutos de que lo que les ofreces es bueno, es sobre todo, fabricarles una sonrisa. Además, es un público que no te espera, por lo que es tu arte contra la nada. Fue una de las cosas en las que Adán y yo coincidimos, ese deseo de llevar la sonrisa de tú a tú.

¿Es agradecido el viajero del metro?

Adán: Es exigente, y mucho, pero si llegas a convencerle y le das esos minutos de felicidad y de sonrisa, es muy agradecido, pues esa sonrisa que le fabricas y que te devuelve, vale más que todo el oro del mundo.

¿Qué es  lo mejor y lo peor de tocar en sitios como la calle, el metro…?

Pedro: Lo mejor es el reto. Saber que tienes que poner toda la carne en el asador. En un sitio donde los viajeros se ven de pronto convertido en público  te hace sentir algo grande y reconfortante por dentro, te da la oportunidad de darlo todo. Siempre hay algún detalle malo, aunque es muy insignificante frente a las cosas buenas que recibes.

Mucha gente os conoció a través del famoso video de YouTube,  ¿Os esperabais este éxito?

Adán: Desde el momento que nos planteamos cumplir con esa obligación sagrada y a la vez feliz de fabricar sonrisas, simplemente esperábamos eso, fabricar sonrisas. Tal vez esa fue la clave, desde el momento que asumes dar más que recibir, empiezas a recibir el fruto de tu lucha.

¿Cómo ha cambiado vuestra vida a partir del éxito del vídeo?

Pedro: Siempre hemos tenido una vida dedicada a la música. Ahora la responsabilidad es mayor, pero es una responsabilidad que nos reconforta mucho. Nuestra labor es más intensa, tenemos ahora más oportunidad de hacer cosas buenas y contribuir mejor a eso de hacer un mundo mejor. Además, disco, documental, conciertos… más trabajo, más estímulo para seguir.

¿Veis en YouTube un modelo de negocio o solo una plataforma para darse a conocer?

Adán: Youtube ha unido el mundo, ha abierto una puerta a un arte común y universal. Al margen de negocios, puedes ofrecer y encontrar propuestas que antes hubiese sido muy difícil encontrar. De alguna manera pensamos que YouTube es un plataforma para conocernos todos sin distinción de raza, nacionalidad, creencia, etc.

¿Está en YouTube y las redes sociales el futuro de la música?

Pedro: El arte está en continuo desarrollo. Siempre se reinventa y evoluciona. Este es el momento del arte a través de las redes sociales, y eso es lo que vivimos ahora. El futuro puede ser tan sorprendente e impredecible como lo era antes de las redes sociales.

¿Creéis que sin YouTube y las redes sociales estaríais en la situación actual?

Adán: Tal vez hubiésemos llegado de otra manera, es difícil saberlo, pero de igual modo, las redes sociales funcionan con el boca a boca y las recomendaciones. Antes de las redes sociales, el boca a boca también existía, y el misterio era un punto a favor. Puede que si o puede que no.

¿Es la música vuestra única actividad profesional o es una afición más?

Pedro: Como te comentábamos antes, llevamos una vida dedicados a la música. Lo de los vagones fue tal vez el fruto de años de lucha o de la casualidad, pero detrás de eso hay años de trabajo, horas de canto, guitarra, estudios, tanto de Adán como de mi.

¿Se podría decir que vuestro éxito se debe a la gente que os escuchó y que interactuó con vosotros?

Adán: Pensamos que el “éxito” se debe al agradecimiento de la gente por nuestra intención de fabricarles una sonrisa más allá de la búsqueda del éxito y de la fama. Renunciamos a eso por concentrar nuestras fuerzas en hacer felices con nuestro arte, cosa que además nos gratifica enormemente.

¿Conocéis algún caso parecido al vuestro?

Pedro: Hay muchos artistas que han conseguido a través de las redes sociales hacerse un hueco. Todas las propuestas pueden ser lícitas al margen de que tengan seguidores y detractores. Lo bueno es que artistas que tienen algo importante que dar y que decir han llegado al público.

¿Sois muy activos en las redes sociales?

Adán: Las redes sociales son una forma de estar en contacto con esas personas que quieren escucharte y que quieren saber que haces, oír tus canciones, saber donde actúas… Procuramos siempre informar de todo, y sobre todo, siempre mantener ese mensaje optimista que estimule a sonreír.

¿Qué posibilidades os brindan las redes sociales?

Pedro: Las redes nos permiten hacer partícipes a los demás de lo que hacemos. Mostrar nuestra música, lo que hacemos, pero también hacer que la gente se implique en este movimiento de cambiar el mundo a través de la sonrisa y la música.

Muchas gracias, ¡todo un placer y mucha suerte para el futuro!

Adán y Pedro: ¡Gracias!

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