jueves, 8 de mayo de 2014

9. El futuro de las plataformas de visionado de vídeo online

La aparición y auge de YouTube, junto con la expansión de la conexión a Internet de alta velocidad –el 68, 8% de los hogares españoles tiene conexión a la red y, de ellos, el 99,8% lo hacen a través de banda ancha-, ha traído consigo un importante aumento del visionado de vídeos online. Además, cabe destacar que el 91% de los internautas lo utiliza semanalmente, y un 75% a diario. Una cifra que aumenta notablemente en el caso de los jóvenes de entre 18 y 24 años: el 97,4% son internautas y, de ellos, el 85,5% se conecta a Internet a diario. (Sociedad de la Información, 2013)

El número de dispositivos mediante los que los internautas pueden conectarse a Internet, también ha aumentado notablemente. Los usuarios ya no navegan solo a través de ordenadores de sobremesa (usadas por el 63% de la población para conectarse) o portátiles (74%), ahora también han entrado a escena las tablet (31%), Smartphone (85%) y los televisores (25%), que parece que serán la mayor apuesta del futuro para el visionado de contenidos online.(Sociedad de la Información, 2013)

También cabe destacar la relevancia de Internet a la hora de visionar películas y series. Aunque la televisión convencional siga siendo el medio preferido, la escalada de las descargas y el streaming pueden dar una vuelta a este panorama. En 2013, el 47% de los españoles veía películas a través de descarga o streaming, frente al 71% de los que lo hacían en TDT. En cuanto a las series, varía bastante según el origen: si son nacionales, un 73% prefiere la TDT a Internet, pero cuando son extranjeras, los porcentajes están más igualados, ya que el 56% las ve en TDT, mientras un 45% usa streaming o descargas.(Sociedad de la Información, 2013)

Así mismo, cabe destacar la aparición de plataformas de visionado de vídeo online que comienzan a disputar el puesto hegemónico que ocupa YouTube. Si por algo se caracteriza este portal, es por el protagonismo que tienen en él los usuarios. Sin los contenidos subidos por estos –además de sus comentarios, puntuaciones o visitas-, YouTube estaría casi desierto. Esto le ha planteado, principalmente, dos problemas: conflictos por los derechos de autor y baja monetarización. (Álvarez Monzonillo, 2011)

Ambos son consecuencia directa del protagonismo del ameteur que definió Patrice Flichy, especialista en técnicas de información:

“Está surgiendo un nuevo tipo de individuo, el proam (profesional amateur), que desarrolla sus actividades de aficionado de acuerdo con estándares profesionales, y que aspira, en el marco de un ocio activo, colectivo o solitario, a reconquistar parcelas enteras de actividad social como las artes, la ciencia o la política, que tradicionalmente eran de dominio de profesionales”. (Flichy, 2010)

Con un modelo de negocio radicalmente distinto, aparece un actor sin el cual es imposible entender el panorama actual de las plataformas de visionado de vídeos online: Hulu. Esta plataforma creó en marzo de 2007, impulsada por News Corporation y NBC Universal, con la ayuda de Providence Equity Partners. Dos años más tarde, Disney entraría en el accionariado.(Álvarez Monzonillo, 2011). De este modo, la oferta de Hulu está conformada por únicamente por contenidos profesionales y, en su mayoría, gratuitos; es decir, todo lo contrario que YouTube.

Aunque YouTube tenga una mayor cantidad de visitas que Hulu (en 2009, 5.900 millones visitas mensuales frente a 380 millones). Aunque de este dato se pueda concluir que YouTube es, con diferencia, superior a Hulu, lo cierto es que si nos fijamos en la monetización, el panorama da un giro de 180 grados. Solo 177 millones del total de vídeos de YouTube (3%) recibieron ingresos publicitarios, lo que demuestra una monetización muy baja. Por el contrario, Hulu recibió ingresos por todas y cada una de las visitas (380 millones) (Álvarez Monzonillo, 2011) Esto demuestra que lo más importante no es tener un alto tráfico, sino saber rentabilizarlo, bien sea mediante publicidad o suscriptores.

Aunque el número de usuarios de Internet dispuestos a pagar por el visionado de vídeos online ha ido aumentando en los últimos años, aún no existe una suficiente demanda para que este modelo de negocio sea sostenible, tal y como comentábamos en el punto anterior. Por tanto, YouTube debería centrarse, al menos por ahora, en los ingresos publicitarios. La principal diferencia entre ambas plataformas es el tipo de contenido: amateur versus profesional. Esto nos lleva a pensar que uno de los factores más determinantes a la hora de contratar publicidad, es el lugar en el que se hace.  Los anunciantes, por tanto, valoran más anunciar sus productos y servicios en contenidos profesionales, con alta calidad, aunque tengan menos alcance, que en contenidos creados por los propios usuarios, pese a que su difusión sea mayor.

Si YouTube quiere mejorar su cuenta de resultados frente a Hulu, deberá comenzar a establecer acuerdos con grandes empresas y grupos del sector audiovisual. De esta forma, será más atractiva para los anunciantes y podrá obtener una importante suma adicional de ingresos. Por ahora, y debido a la mencionada cultura de la gratuidad, es la única alternativa que puede parecer viable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario